Adicción a la Marihuana
La Marihuana o cannabis sativa es una planta anual que procede de Asia Central y del Sur.
Los humanos la han cultivado desde tiempos prehistóricos para usarla como fibra textil, para extraer aceita de sus semillas, como planta medicinal, como psicotrópico y herramienta mística y espiritual, para hacer pasta de papel, para alimento de animales o como combustible, pero comenzó a penalizarse su uso social, en sucesivos países, a partir de comienzos del siglo XX.
Su principal sustancia psicoactiva es la conocida como THC. Muchas variedades del cannabis contienen más de 400 compuestos químicos además de la sustancia psicoactiva THC.
Los cigarrillos se preparan con las hojas y las yemas de las flores de la planta.
El hachis se prepara con resinas concentradas del cannabis y tiene mayor cantidad de sustancia psicoactiva THC que los cigarrillos.
El aceite de hachas tiene mucha más concentración de THC y, por tanto, mayores efectos.
La forma habitual de consumo es la de fumar cigarrillos elaborados con esos productos.
Es una droga depresora del sistema nervioso central y es la droga ilícita más consumida en el mundo.
Su uso terapéutico está permitido en bastantes pero la regulación legal es diferente en cada uno de ellos.
A causa de la alta solubilidad de la sustancia se concentra en el tejido graso, y puede encontrarse niveles detectables de THC hasta semanas después de una sola exposición.
Efectos del consumo de Marihuana
El THC ejerce sus acciones más importantes a través de dos receptores cannabinoides; el CB1 que se encuentra principalmente en el cerebro y en algunos tejidos nerviosos periféricos, y el CB2 que se encuentra unicamente en tejidos periféricos.
Los efectos que sufrirá el consumidor dependen de la cantidad consumida, la concentración de THC y la forma de administración
En general, se manifiesta en primer lugar con enrojecimiento conjuntival y taquicardia, pero con el uso prolongado el sujeto termina tolerando bien la taquicardia.
Disminuye la capacidad pulmonar y en pacientes sensibles y de riesgo puede llegar a inducir una angina de pecho.
Puede generar la sensación de aumento de la percepción visual y auditiva.
Produce euforia suave, relajación, perturbación del pensamiento lógico y baja la capacidad de concentración.
El uso crónico de Marihuana o de hachis
La tolerancia a la euforia y a la relajación van en aumento con el tiempo, por lo que el individuo se puede hacer adicto a la droga al necesitar consumir cada vez mayores cantidades para notar los mismos efectos agradables.
Parece que el uso crónico debilita el sistema inmunológico y en mujeres embarazadas retrasa el crecimiento fetal.
Puede exacerbar síntomas psicóticos en individuos con antecedentes psiquiátricos o con labilidad emocional.
Al igual que ocurre con los alcohólicos, los adictos crónicos a la Marihuana o al hachis pierden el interés por las metas personales y todo lo que no sea el consumo de la droga.
Síndrome de Abstinencia
En usuarios crónicos, al dejar de consumir la droga, se han descrito los siguientes síntomas:
Temblores, nistagmo o movimientos repetitivos e involuntrios de los ojos, nerviosismo y diferentes grados de irritabilidad.
Sudoración profusa, nauseas, vómitos y diarreas.
Falta de apetito y alteraciones del sueño importantes.
La magnitud de los síntomas de abstinencia depende del tiempo de duración de la adicción y de las cantidades que se consumieran regularmente.
En general no suelen ser tan acusados como en la abstinencia de los alcohólicos y en los consumidores de opiáceos, y rara vez requieren intervención médica y farmacológica, salvo que el uso haya sido continuado, de altas dosis y durante muchos años.
Tratamiento
Tratamiento del síndrome de Abstinencia
Se ha de procurar que el sujeto esté muy bien hidratado
Para minimizar los sintomas se utilizan analgésicos, tipo paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos, siempre bajo la supervisión de un médico.
Tratamiento de la Adicción
Los tratamientos habituales son medicamentos y psicoterapia; de esta última, las técnicas con mejores resultados y más utilizadas son:
Terapia cognitivo-conductual, con la que se enseña a identificar y corregir conductas problemáticas y a aumentar el autocontrol del sujeto.
Técnica de control de contingencias, con otorgamiento o retirada de recompensas en función de la conducta.
Terapia de estímulo motivacional para movilizar los recursos internos del paciente y hacer que los utilice a su favor.
Siempre es necesario el apoyo de familia y entorno para conseguir un buen resultado del tratamiento.
El Tema: Marihuana. Adicción, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelfono.es