Ahogamiento y Semiahogamiento
Se conoce como Ahogamiento la muerte por inmersión en líquido, sobre todo en agua. Y Semiahogamiento a la supervivencia tras una inmersión más o menos larga.
Es la tercera causa de muerte accidental y se considera un problema de salud pública por parte de lo OMS porque hay alrededor de 500 000 víctimas al año en todo el mundo, mayor en países pobres.
Los grupos de mayor riesgo son niños menores de 4 años, jóvenes entre 15 y 25 años, y los ancianos, con claro predominio del género masculino.
Se ha de tener en cuenta la posibilidad de Ahogamiento por inmersión durante una crisis epiléptica, crisis de hipoglucemia, por consumo de alcohol u otras drogas y el conocido como «corte de digestión» por el cambio brusco de temperatura al sumergirse en agua fría después de comer, tras hacer deporte o tomar mucho tiempo el sol.
Aproximadamente un 80% de las víctimas aspira líquido que llega a los pulmones.
El agua salada es más dañina para los pulmones que el agua dulce. Si el agua está contamina de con bacterias va a complicar más la situación.
La gravedad del problema depende del tiempo en inmersión y de la cantidad de agua aspirada.
Sistema de Clasificación:
Grado 6. El paciente no responde a estímulos, no tiene pulso. Ha estado en inmersión alrededor de 1 hora.
Grado 5. Tiene pulso pero no responde a estímulos.
Grado 4. Responde a estímulos, tiene hipotensión y crepitaciones en ambos pulmones.
Grado 3. El paciente responde a estímulos, tiene crepitaciones en ambos campos pulmonares y tiene la tensión arterial normal.
Grado 2. Paciente consciente y tiene crepitaciones aisladas en los pulmones.
Grado 1. Tos, respiración fatigosa pero con auscultación normal.
No suele haber alteración de electrolitos en sangre en los Semiahogados, aunque hayan tragado mucha agua. Pero la bajada de oxígeno en sangre persiste en todas las víctimas reanimadas.
La hipoxemia o aumento de ácido carbónico se corrige antes con ventilación mecánica.
Las funciones cardiovasculares se restablecen pronto con un tratamiento adecuado,
Tratamiento del Semiahogado
Poner en marcha el salvamento:
Analizar la situación para ver qué se puede hacer, y hacerlo pronto.
Si hay socorrista por allí, avisarle.
Cuando no hay socorrista sacar a la víctima nadando, pero solo hay que intentarlo si sabes que eres capaz de hacerlo. Si crees que no podrás sacarla correctamente, aún es posible hacer:
Buscar algo que flote y lanzárselo o acercarle algún objeto (palo, cuerda, objeto atado, incluso un brazo, etc.) al que pueda agarrarse, y sacarla del agua tirando de él. Se recomiendan que el rescatador se tumbe bien pegado a tierra para evitar ser arrastrado hacia el agua.
Pedir ayuda a alguien que esté cerca, o pedir alguna embarcación o vehículo disponible.
Llamar a los servicios de emergencia.
Pedir a la víctima que haga el muerto (flotar horizontalmente boca arriba), pues esa posición requiere menos esfuerzo para rescatarle.
Cuando una persona que se está ahogando ve acercarse a quien rescata, es normal que intente agarrarlo desesperadamente. Los expertos llevan con ellos algún objeto o toalla para que la víctima se agarre y remolcarla así. Otros empiezan ofreciéndole una mano. Y otros directamente toman su brazo y se lo ponen detrás de la espalda para inmovilizarla. En cualquier caso, el rescatador tiene que comunicarse con la víctima para intentar coordinar una maniobra de remolque.
Existen varias maniobras de remolque, pero, sea cual sea la elegida, la boca y la nariz del sujeto deben quedar siempre fuera del agua, y la maniobra tiene que permitir al rescatador nadar con fluidez. La maniobra más habitual es ponerse tras la víctima e inclinarla boca arriba. Luego, pasar un brazo por debajo de la axila y sujetar su mandíbula con la mano de ese mismo brazo que ha pasado bajo su axila. Así se puede tirar de ella con ese brazo y mientras le queda otro brazo libre para nadar. Si la víctima está inconsciente, solo hay que ponerla horizontal boca arriba, y nadar tirando de ella.
Ya en tierra, hacer los primeros auxilios requeridos:
Si no respira o su corazón no late, hay que pasar rápidamente a hacerle una reanimación cardiopulmonar (RCP). Compresiones torácicas y respiración boca a boca, con las series recomendadas, hasta la llegada de los servicios médicos.
No debe hacerse de forma sistemática compresión abdominal, si no reservarla para los casos en los que la vía aerea esté obstruida por un cuerpo extraño.
Con la llegada de emergencias proceder a traslado al hospital.
Coger una vía venosa.
Cuidar la hipotermia y en caso de que exista abrigar al paciente.
Realizar analítica de sangre para comprobar niveles de oxígeno y carbónico.
Asegurar las funciones respiratoria y cardiaca con intubación si es preciso.
Vigilar y normalizar la temperatura corporal. Evaluar la situación cerebral y la función renal.
Normalizar la hipocalcemia en caso de que la hubiera.
En caso de que exista, se ha de tratar el edema cerebral provocado por la hipovolemia.
Antes de tomar le decisión de abandonar la reanimación de personas que han sufrido una inmersión, debe tenerse en cuenta la temperatura corporal y la situación del sistema nervoso central, para poder determinar el estado de muerte cerebral.
El Tema: Ahogamiento y Semiahogamiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelfono.es