Síncope y Desvanecimiento
Conocemos como Síncope a la debilidad muscular general, con caída al suelo y pérdida de la consciencia.
En cambio, el Desvanecimiento es una disminución de fuerza muscular con debilidad de piernas y sensación de mareo.
Es decir, que se puede considerar el Desvanecimiento como el inicio de un Síncope que no llega a su fin.
Generalmente el paciente nota que va a sufrir un Desvanecimiento o un Síncope por una sensación de malestar, de inestabilidad, de visión borrosa o un zumbido de oídos, pero a veces ocurre la caída brusca al suelo sin previo aviso, lo que suele dar lugar a traumatismos, que en el primer caso pueden prevenirse.
El Síncope se acompaña de palidez intensa, sudoración profusa y en ocasiones de nauseas y vómitos.
La intensidad de los síntomas y la duración de la pérdida de la conciencia son muy variables de unos pacientes a otros.
Durante el episodio de Síncope el pulso es muy débil, la tensión arterial muy baja y la respiración muy suave. Estos síntomas mejoran en el momento que se sitúa al sujeto en posición horizontal, pero si se abandona esta posición demasiado deprisa puede repetirse el mareo.
Una vez pasado el Síncope no suelen quedar síntomas residuales.
Causas de Síncope
La causa del Síncope suele ser una disminución del riego cerebral de carácter puntual.
Las causas de esta disminución de riego cerebral son:
– Circulatorias, como:
Alteración de los mecanismos de vasoconstricción.
Hipovolemia o pérdida de sangre.
Problemas del retorno venoso.
Disminución del gasto cardiaco (por ejemplo en el infarto de miocardio).
Arritmias o alteración del ritmo cardiaco.
Taquicardias.
– Otras causas:
Alteración de la sangre que llega al cerebro, como en anemias.
Hipoglucemias.
Hipoxia o disminución de oxígeno.
– De origen cerebral:
Trastornos cerebrovasculares.
Trastornos emocionales.
Ansiedad.
Tipos de Síncope
Los más frecuentes son los siguientes:
1) Síndrome vasovagal o neurocardiogénico.
El episodio cursa con hipotensión, pulso débil, palidez y nauseas.
Suelen ocurrir en habitaciones calientes y poco ventiladas, con numerosas personas, en situaciones de miedo, dolor, traumatismos o cansancio extremo.
Suelen repetirse en las personas propensas a padecerlo.
Puede tratarse con betabloqueantes, teofilina y efedrina.
2) Hipotensión ortoestática postural con Síncope.
Es de características similares al anterior, pero siempre provocado por el cambio de postura al levantarse bruscamente desde una posición horizontal o al permanecer durante mucho tiempo en pie.
Hay varios tipos de hipotensión ortoestática.
Las causas pueden ser por falta de condición física (tras permanecer un tiempo en cama).
En diabéticos, alcohólicos y enfermedades neurológicas como la siringomielia.
Polineuropatías.
En pacientes con tratamiento antihipertensivo y vasodilatador, con diuréticos.
En sudoración excesiva.
3) Síncope de micción.
Sobre todo en ancianos tras orinar al levantarse de la cama.
4) Síncope de seno carotídeo.
Se produce por estimulación del seno carotídeo, que puede suceder en las siguientes situaciones:
Al apretarse en exceso el cuello de la camisa.
Al girar la cabeza.
Incluso al afeitarse en la región del seno.
En lesiones de esófago o de mediastino.
Tras realizar broncoscopia.
Ocasionalmente en crisis intensas de migraña.
5) Síncope cardiaco.
Se produce generalmente por una disminución brusca del gasto cardiaco la mayoría de las veces debido a una arritmia.
Suelen aparecer en pacientes con las siguientes patologías:
Taquicardias paroxísticas.
Bloqueo aurículo-ventricular.
Enfermedades del nodo sinusal.
Taquicardia ventricular.
Infarto agudo de miocardio.
Estenosis aórtica.
Hipertensión pulmonar.
En general el Síncope cardiaco suele repetirse varias veces al día en quien lo padece.
6) Síncope asociado a enfermedad cerebro-vascular.
Habitualmente producido por la obstrucción total o parcial de alguna de las arterias que van por el cuello hacia el cerebro.
El aumento de actividad física puede disminuir el flujo sanguíneo y dar lugar a una pérdida brusca del conocimiento.
7) Síncope tusígeno.
Ocurre durante crisis de tos, por lo general en personas con bronquitis crónica.
8) Neuralgia vagal nasofaríngea.
Se caracteriza porque aparece dolor en base de lengua, faringe o laringe y oído, y a continuación sucede el Síncope.
Suele desencadenarse por compresión en las zonas mencionadas.
Diferencias entre el Síncope y otros episodios que producen Desvanecimiento y Debilidad
Existen patologías que pueden producir síntomas similares al Síncope. Los más habituales son:
Ansiedad con hiperventilación.
Hipoglucemia.
Hemorragia aguda.
Ataque isquémico cerebral transitorio.
Desvanecimiento histérico.
Diagnóstico del Síncope
Se realiza mediante la historia clínica basada en una amplia descripción de los síntomas.
Las pruebas diagnósticas se van a realizar en función de la causa que se sospeche que está produciendo el Síncope.
Tratamiento
En la mayoría de los casos el Síncope es benigno.
El tratamiento es el de la causa que lo origina.
Es importante tratar de evitar las posibles complicaciones, como son los traumatismos graves o las fracturas, sobre todo en personas ancianas.
El Tema: Síncope y Desvanecimiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna y Neurología, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es