Congelación
La Congelación ocurre cuando piel y tejidos son sometidos a temperaturas inferiores a 0º C durante un periodo de tiempo generalmente bastante prolongado.
Una persona con Congelación de alguna zona de su cuerpo suele tener a la vez hipotermia en mayor o menor grado.
La Congelación ocurre más fácilmente en montañas o en altitudes elevadas con nieve. O donde existan temperaturas muy bajas y mantenidas.
Si no se tratan de forma inmediata, los daños corporales producidos por una Congelación pueden llegar a ser secuelas permanentes.
Históricamente se conoce el proceso de Congelación desde hace mucho tiempo, por las lesiones de ese tipo que se producían en el personal militar durante las guerras. Y que están, en ocasiones, perfectamente descritas en algunos libros de historia de la medicina.
En cambio en los últimos 40-50 años, son mayores los casos padecidos por la población civil durante el invierno, como personas sin hogar, trabajadores al aire libre, escaladores, montañeros, esquiadores, o en general quienes practican deportes de montaña.
La mayor parte de las lesiones cutáneas superficiales por el frío se producen en zonas que se suelen llevar al descubierto como cabeza y cara y en zonas distales (manos y pies). Y se suelen resolver sin dejar secuelas permanentes.
Las lesiones por Congelaciones más importantes y más frecuentes suelen localizarse en manos y pies. Y por lo general precisan tratamiento hospitalario.
Síntomas de Congelación
Se ha de tener en cuenta que se localizan las zonas de Congelación con más frecuencia en dedos de pies y manos, nariz, orejas, mejillas. O sea las conocidas como zonas distales del cuerpo. Que son las que están más expuestas al frío.
Al inicio del proceso de Congelación hay una sensación de hormigueo en la piel, seguida de entumecimiento y dolor o quemazón en la zona o zonas afectadas.
Después la zona afectada se torna insensible. Y toma una coloración blanca cérea que persiste de forma continua si no se calienta de nuevo.
Sólo después de calentar la zona congelada se puede ver la extensión y gravedad de la lesión.
Las Lesiones por Congelación se clasifican en cuatro grados:
– Lesiones de primer grado:
Está presente palidez o eritema o enrojecimiento, en la zona afectada.
Puede haber también sensación de insensibilidad o dolor pasajero.
Si se actua en esta fase el problema se resuelve en pocas horas sin secuelas de ningún tipo.
– Lesiones de segundo grado:
Si el frío persiste comienzan a parecer ampollas, que contienen un líquido claro, sobre zonas de eritema o de edema importante.
Si se actúa poniendo tratamiento en esta fase la curación suele ser completa. Pero puede quedar como secuela o complicación permanente, una neuropatía periférica con posterior hipersensibilidad al frío de esa zona.
– Lesiones de tercer grado:
En esta fase las ampollas comienzan a presentar un contenido de líquido hemorrágico y la piel tien aspecto céreo.
Aunque se actue en este grado, las lesiones descritas ya tienen de mal pronóstico.
– Lesiones de cuarto grado:
Hasta este momento, las lesiones más o menos intensas eran solo de tejidos superficiales. Pero en esta fase se afectan ya tejidos profundos.
Hay necrosis, que se manifiesta con un color negruzco, en piel, músculos, tendones e incluso huesos que generalmente son irrecuperables. Y termina siendo necesaria la amputación.
Si la Congelación no afecta a los vasos sanguíneos es más probable una recuperación incompleta o completa.
Si la Congelación afecta a los vasos sanguíneos, las lesiones van a ser permanentes, los tejidos se gangrenan y es necesaria la amputación de la zona.
El Tema: Congelación. Síntomas, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es