Hipertensión Pulmonar
Síntomas de Hipertensión Pulmonar.
Los pacientes pueden desarrollar:
Disnea o dificultad para respirar variable según la fase de la enfermedad en que se encuentra el paciente.
Dolor torácico porque el flujo o riego coronario reducido está reducido con lo que se va a producir una isquemia del ventrículo derecho.
El Síncope es frecuente y está relacionado con el esfuerzo.
Insuficiencia cardiaca derecha con los síntomas correspondientes, tales como:
Edemas o acumulación excesiva de líquido sobre todo en tobillos y piernas porque el paciente suele emitir menos cantidad de orina.
Cianosis o color morado de piel y de mucosas y, en ocasiones aparecen necrosis.
Aumento del tamaño del abdomen en relación con un aumento del tamaño del hígado o hepatomegalia y por acumulación de líquido en la cavidad abdominal que se conoce con el nombre de ascitis.
Aumento de la disnea o de la dificultad respiratoria, que puede llegar a ser a pequeños esfuerzos o incluso en reposo.
Los pacientes con Hipertensión Pulmonar de comienzo tienen empeoramientos y mejorías «días buenos y días malos», durante el tiempo que se prolonga esa primera fase, relativamente estabilizada. Pero a medida que la enfermedad va avanzando y empeorando, los síntomas aumentan y se hacen continuos y progresivos.
Diagnóstico de la Hipertensión Pulmonar
Ante un paciente en quien se sospecha una Hipertensión Pulmonar, el diagnóstico debe hacerse mediante:
Historia clínica, con valoración exacta de la evolución y de los síntomas que presenta el paciente.
Exploración física en la que suele aparecer:
En la auscultación cardiaca se oyen ruidos cardiacos anormales.
Las Venas del cuello se notan más abultadas y más grandes de lo normal lo que se conoce como ingurgitación yugular.
El paciente presenta edemas que es una retención de líquidos, en piernas y tobillos fundamentalmente.
También puede aparecer inflamación del hígado y del bazo.
Las Uñas y/o las puntas de los dedos están de un color azulado que se conoce como cianosis.
Se ha de practicar a estos pacientes una Analítica general de sangre que incluya funciones hepática y renal, hemograma, ph y gases, hormonas tiroideas, VIH, péptido natriurético.
Radiografía de tórax anteroposterior y lateral pueden ofrecer imágenes diagnósticas de la Hipertensión Pulmonar
Es importante realizar una Prueba de esfuerzo y Pruebas completas de función pulmonar.
El diagnóstico más seguro se va a obtener por medio de un Cateterismo cardiaco. Ecocardiograma. Angiograma pulmonar. Arteriografía o una Ganmagrafía.
Tratamiento de la Hipertensión Pulmonar
Para hacer el tratamiento de Hipertensión Pulmonar se toman una serie de medidas que se exponen a continuación:
Medidas generales tales como:
Se debe evitar hacer actividad física intensa, no viajar a grandes altitudes.
Evitar embarazo, dejar de fumar y vacunación de gripe y neumococo.
Tratamiento farmacológico:
Tratar la causa de la Hipertensión Pulmonar, si es conocida.
Oxigenoterapia, si se precisa.
Existen numerosos fármacos para el tratamiento de la Hipertensión Pulmonar y se van a utilizar los adecuados, según la situación de cada paciente concreto.
Diuréticos para reducir edemas, Administrar Potasio junto a los diuréticos.
Digoxina para mejorar el bombeo cardiaco, Nifedipino o Diltiazen.
Bosenten o Ambrisenten (vasodilatadores pulmonares).
Epoprostenol o Treprostinil sódico (previenen la formación de coágulos sanguíneos).
Sildenafil o Tadelofil, como relajantes de la musculatura lisa pulmonar.
Se realizará Tromboendarterectomía pulmonar si existe coágulo en la arteria pulmonar.
Transplante de pulmón, en pacientes con Hipertensión Pulmonar avanzada, que no responde a medicamentos.
Transplante de corazón y pulmón, en aquellos pacientes que tengan combinado un fallo pulmonar y cardiaco. Es un trasplante poco frecuente.
El Tema: Hipertensión Pulmonar. Tratamiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelfono.es