Tumores del Intestino Delgado
Como en cualquier otro órgano o sistema corporal en el intestino delgado pueden aparecer tumores, benignos o malignos.
En general son muy poco frecuentes y los malignos menos aún. Las cifras que se barajan (de benignos y malignos) son entre un 3 y 6% del total de los tumores gastrointestinales.
Tumores Benignos
Suelen descubrirse a partir de los 50-60 años de edad.
La localización es preferentemente en las últimas zonas del intestino delgado, más que en las primeras.
Los más frecuentes son:
– Adenomas. Aparecen como pequeños nódulos en la mucosa intestinal y suelen ser hallazgos casuales al realizar una exploración intestinal por otro motivo. Los más comunes son los pólipos o adenomas polipoides. Algunos de ellos (un bajo porcentaje) puede malignizarse.
– Leiomiomas. Son tumores que se originan en la pared muscular del intestino.
– Lipomas. Se llaman así los tumores de grasa.
– Angiomas. No son auténticos tumores sino malformaciones vasculares que producen hemorragias con relativa frecuencia.
Los síntomas de los tumores benignos en general suelen ser:
Episodios de dolores abdominales de tipo cólico.
Obstrucción o pseudooclusión intestinal.
Hemorragia aguda o crónica.
Tumores Malignos
Aparecen sobre todo en pacientes que sufren enteritis regional de larga evolución, esprúe celíaco, enfermos de sida y, en general, en pacientes con el sistema inmunológico deficitario.
Los más frecuentes son los siguientes:
– Adenocarcinomas. Suponen alrededor de un 50% de los cánceres de intestino delgado. Son tumores que se ulceran pronto y producen hemorragias.
– Linfomas. Pueden ser primarios o secundarios. Los secundarios, como su nombre indica, aparecen por extensión o metástasis de un linfoma generalizado.
El linfoma primario es un linfoma de aparición inicial en el intestino. Supone el 25% del total de cánceres de intestino delgado. Casi todos son de tipo “No Hodgkin”. Se van a extender relativamente pronto por todo el trayecto intestinal.
– Carcinoides. En su inicio son asintomáticos. Su malignidad es baja, pero con el tiempo pueden dar lugar a infiltración y metástasis.
Los síntomas de los tumores malignos son los ya mencionados para los tumores benignos. Además, se asocian a pérdida de peso, fiebre, anorexia, malestar general, y aparición de metástasis en otras zonas del organismo.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen y estudio anatomopatológico de la pieza obtenida mediante biopsia.
Tratamiento
En los benignos el tratamiento es la extirpación quirúrgica cuando dan sintomatología molesta para el paciente.
Para los tumores malignos se utiliza cirugía, quimioterapia o radioterapia, aisladas o combinadas, dependiendo de cada caso concreto.
El Tema: Tumores del Intestino Delgado, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es