Pericarditis Constrictiva
La Pericarditis Constrictiva puede ocurrir cuando, tras la cicatrización de una Pericarditis Aguda, el pericardio o envoltura cardiaca, en lugar de conservar su flexibilidad normal queda fibrótico, engrosado, rígido y con adherencias.
Este pericardio rígido va a limitar los movimientos del corazón, no dejándolo expandirse libremente.
A veces no se encuentra la causa de una Pericarditis Constrictiva cuando esta se diagnostica y se supone que se debe a una pasada Pericarditis Aguda leve que no ha dado síntomas o no fue detectada en su momento pero que dejó como secuela esa rigidez del pericardio.
La fibrosis descrita puede afectar a una sola capa del pericardio o a las dos.
La Pericarditis Constrictiva puede evolucionar a que se vayan haciendo depósitos de calcio en las zonas afectadas con lo que va a aumentar aún más la rigidez y la dureza del pericardio.
Los Síntomas característicos de la Pericarditis Constrictiva son:
Hipertensión venosa.
Congestión visceral.
Corazón «quieto» (no late de forma natural) y de tamaño normal.
El diagnóstico definitivo de Pericarditis Constrictiva se hace mediante un Ecocardiograma.
Métodos Diagnósticos de las Pericarditis Constrictiva
El diagnóstico se realiza mediante Historia clínica, exploración general del paciente pero centrándose sobre todo en hacer una buena Auscultación cardiaca completa.
Una Radiografía de tórax nos puede revelar la rigidez y depósitos de calcio en el pericardio si los hubiera.
Electrocardiograma en el que se detectan los estadios o fases evolutivas ya señaladas en anteriores publicaciones.
Analítica completa de sangre y orina además de Hemocultivo y urinocultivo (cultivos de sangre y de orina).
Pericardiocentesis, que se trata de una punción del pericardio para extraer líquido y analizarlo en el laboratorio.
Tomografía axial computarizada (TAC) o Resonancia Magnética cardíacas.
Ecocardiograma-Doppler y Estudio hemodinámico cuando sea preciso.
Tratamiento de las Pericarditis Constrictiva
En primer lugar se debe identificar la causa y tratarla.
Es necesario tratar el dolor con analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos.
En caso de que el origen de la Pericarditis sea Bacteriano, se deben tratar con antibióticos y si la causa es micóticas (por hongos) con antimicóticos.
En los casos de derrame pericárdico abundante o de taponamiento cardiaco se pueden realizar:
Drenaje pericárdico.
Ventana pericárdica en caso de derrames repetidos.
Pericardicetomía en casos graves de Pericarditis Constrictiva.
El Tema: Pericarditis Constrictiva, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es