Angiodisplasias
Se trata de un acúmulo anómalo de vasos sanguíneos dilatados, con la pared adelgazada y frágil, por lo que pueden romperse con relativa facilidad.
La Angiodisplasia es la malformación vascular más común del tracto digestivo.
Las lesiones son a menudo múltiples e implican con frecuencia el ciego o el colon ascendente. Aunque puede darse en otras zonas, casi siempre se ve en el lado derecho del colon.
Esta condición está ampliamente relacionada con el envejecimiento y degeneración de los vasos sanguíneos. Como ocurre en las personas adultas.
Es una de las causas de hemorragia digestiva baja y la principal causa de hemorragia digestiva de origen desconocido.
Aunque la Angiodisplasia es probablemente bastante común, el riesgo de hemorragia aumenta en pacientes con trastornos de la coagulación
En pocas ocasiones, la Angiodisplasia del colon está relacionada con otras enfermedades vasculares. Una de estas es el síndrome de Osler-Weber-Rendu.
La afección no está relacionada con el cáncer.
También es diferente de la diverticulosis, una causa muy frecuente de sangrado intestinal en adultos mayores
Causas de Angiodisplasia
El origen de estas lesiones no está claro. Se cree que están producidas por pequeñas obstrucciones del flujo sanguíneo que originan una creación compensadora anómala de vasos dilatados y frágiles.
Suelen detectarse en personas mayores de 60 años y están asociadas principalmente a:
Enfermedades de la sangre como la enfermedad de von Willebrand.
Enfermedades de las válvulas del corazón.
Insuficiencia renal crónica terminal.
En menor medida, a la cirrosis o las enfermedades respiratorias graves.
Síntomas
Los síntomas vienen derivados exclusivamente de la hemorragia y su magnitud en el interior del tubo digestivo.
Cuando las pérdidas de sangre son escasas pero mantenidas en el tiempo, aparece anemia sin evidencia de sangrado, pudiendo detectarse sangre en el análisis de las heces.
Si la hemorragia es importante, además de la anemia, es posible objetivar bien vómitos sanguinolentos, bien deposiciones de coloración negra o rojiza, que ceden sin tratamiento. Pero con tendencia posterior a la repetición del sangrado.
Es importante destacar que la gravedad y la repetición de la hemorragia está influenciada en muchos pacientes por la toma de medicamentos que favorecen el sangrado, como los anticoagulantes
Diagnóstico
En pacientes con hemorragia digestiva de repetición, la endoscopia es la prueba clave para la detección de las Angiodisplasias.
Se realizará endoscopia alta, a través de la boca, para visualizar el estómago y el comienzo del intestino delgado.
O colonoscopia, para evaluar el intestino grueso y los últimos centímetros del intestino delgado.
Hasta en el 5% de las ocasiones no se encuentran lesiones sangrantes en ninguna de estas endoscopias, por lo que se debe explorar el intestino delgado.
Durante la última década, se han desarrollado diversos endoscopios (enteroscopios) que permiten en el 75-80% de los casos la exploración completa del intestino delgado.
Cuando a pesar de todas estas exploraciones no se llega a la causa del sangrado, pueden ser necesarias otras exploraciones más invasivas, como la arteriografía o la endoscopia intraoperatoria.
Tratamiento
En primer lugar, se debe realizar un control de la medicación habitual del paciente con reevaluación de la indicación de fármacos que favorecen el sangrado, control adecuado de niveles de anticoagulantes y cambio a antiagregantes con menor potencial hemorrágico.
Tratamiento de la anemia. La ingesta de suplementos orales de hierro en estos pacientes compensa las pérdidas de sangre y puede resolver la anemia. En casos graves, hay que recurrir a otros métodos de tratamiento.
Tratamiento endoscópico de las lesiones. La Angiodisplasia se debe tratar durante la endoscopia siempre que ésta se realice por estudio de sangrado o anemia. Cuando las lesiones son muy numerosas, pueden ser necesarias varias endoscopias para la resolución definitiva.
Arteriografía y/o cirugía con endoscopia intraoperatoria. Son técnicas complementarias que se deben reservar para hemorragias graves sin respuesta al tratamiento endoscópico o en caso de hemorragia masiva que pone en peligro la vida del paciente.
Tratamiento farmacológico con estrógenos, análogos de la somatostatina, o talidomida. A pesar de que existen pocos estudios y con pocos pacientes, los resultados preliminares parecen indicar que pueden ser eficaces para frenar la hemorragia derivada de las Angiodisplasias.
Hasta que no haya una evidencia científica más sólida, es recomendable su utilización únicamente en pacientes con lesiones numerosas que no responden a ningún tratamiento, inaccesibles a la endoscopia. O en pacientes de alto riesgo quirúrgico.
El Tema: Angiodisplasias. Causas. Síntomas. Diagnóstico. Tratamiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltefono.es