Síndrome de Balint
El Síndrome de Bálint es un conjunto de síntomas caracterizados por:
Ataxia óptica (trastorno de la coordinación entre la visión y el movimiento de la mano) y potenciales problemas en el cálculo de distancias relacionados con esta.
Parálisis psíquica de la mirada también llamada ataxia ocular, apraxia de la mirada o apraxia oculomotora.
Trastorno general de la atención visual.
Fue el neurólogo húngaro Rudolph Bálint quien descubrió estos síntomas en un paciente y los ligó a lesiones de origen parieto-occipital bilaterales que se encontraron en el cerebro de su paciente durante una autopsia.
Esta patología puede aparecer a lo largo del tiempo o a corto plazo. Y los motivos son diversos. No obstante, de manera general, se inicia siempre que ocurra una lesión en la unión parieto-occipital. Y hay muchas probabilidades de que la afección se manifieste con síntomas después de cierto tiempo de ocurrida la lesión.
Causas
El Síndrome de Balint puede ser causado por una variedad de condiciones que provocan lesiones en la corteza parietal posterior, con un sustrato anatómico en la región alojada entre dos arterias de suma relevancia: la cerebral media y la posterior, las cuales son imprescindibles para el buen funcionamiento del cerebro.
Las principales causas suelen ser:
Accidentes cerebrovasculares.
Tumores cerebrales.
Traumatismos craneoencefálicos.
Los motivos más comunes de su aparición son los eventos cerebrovasculares, ya sea una embolia, una vasculitis, una hemorragia o un trombo.
Enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer tienden a perjudicar la región parietooccipital a largo plazo.
Heridas por armas de fuego.
Síntomas
Como se mencionaba anteriormente, los síntomas del Síndrome de Balint afectan exclusivamente a la capacidad de percepción visual de una persona.
Entre algunas de las alteraciones corporales más destacables que pueden llevar a la detección de esta lesión, tenemos las siguientes:
El primer componente del Síndrome de Balint, la ataxia óptica, se refiere a una disfunción en la capacidad de mover los ojos y las manos en respuesta a la información visual. Las personas con este síndrome pueden tener dificultades para alcanzar y agarrar objetos en su campo visual. Incluso cuando los pueden ver claramente.
El segundo componente es la apraxia oculomotora o incapacidad de mover voluntariamente los ojos, especialmente en la dirección lateral. Aunque los reflejos oculares básicos, como el reflejo de parpadeo, pueden estar intactos, los individuos afectados tienen dificultades para dirigir la mirada hacia los estímulos visuales periféricos. Incapacidad para observar dos puntos a la vez sin que alguno de ellos desaparezca del campo de visión panorámico. Y para captar estímulos visuales complejos dado que la persona no puede identificarlos de manera correcta.
Alto grado de desorientación en espacios grandes: Confusión y aturdimiento.
Padecer de prosopagnosia, que consiste en la ausencia de la habilidad para reconocer caras.
La simultanagnosia espacial, se refiere a la incapacidad para percibir más de un objeto a la vez. Aunque la agudeza visual y la capacidad de reconocer objetos pueden ser normales, las personas con Síndrome de Balint pueden no ser capaces de comprender una escena visual completa. Lo que puede dificultar tareas cotidianas como la lectura, donde se requiere la percepción simultánea de múltiples letras y palabras.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presentación clínica y en pruebas de neuroimagen, que pueden revelar la presencia de lesiones en las regiones correspondientes del cerebro como:
La resonancia magnética (RM).
La tomografía computarizada (TC).
Tratamiento
El tratamiento del Síndrome de Balint depende de ciertos factores. La recuperación de la actividad neuronal normal es uno de ellos. Implica que, mientras no haya una muerte neuronal irreversible, la enfermedad puede ser tratada a largo plazo, aunque nunca curada.
Se centra en tratar la causa subyacente de las lesiones cerebrales que incluye:
La potenciación de las habilidades psicomotoras normales. Consiste en hacer que el afectado lleve a cabo actividades de estimulación visual básicas. En este caso, puede ser observar un objeto en movimiento a baja velocidad o hacer dibujos simples. De este modo, la reactivación de los canales neuronales es constante y no requiere de una intervención invasiva. Ello ocasiona una recuperación tardía, pero efectiva.
Realizar rehabilitación neurológica para mejorar la capacidad del paciente para interactuar con su entorno visual. La rehabilitación puede incluir estrategias de rehabilitación continua a nivel motor y cerebral. Siempre hay que poner el principal foco en la estimulación visual para compensar las deficiencias visuales y espaciales, y mejorar la coordinación mano-ojo.
Aplicación de terapia ocupacional, bien sea mediante medios tradicionales o utilizando tecnología moderna.
Tratamiento psicológico para reducir la sensación de confusión que sufre el paciente, la cual puede desembocar en depresión o psicosis.
El Tema: Síndrome de Balint. Causas. Síntomas. Diagnóstico. Tratamiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna y Neurología, para publicar en: www.tumedicoinforma.com