Encefalomielitis Aguda Diseminada
Se trata de una enfermedad de origen autoinmune, poco frecuente en la que aparecen multiples focos inflamatorios y de desmielinización aguda en encéfalo y médula espinal.
Es más frecuente en niños, más en varones con relación 11/1. También puede aparecer en la edad adulta. Afecta aproximadamente a 10 por millón de personas.
Su incidencia es mayor durante los meses de invierno y primavera, pues suele presentarse tras una infección catarral.
En raras ocasiones se ha relacionado con vacunación, de viruela y rabia fundamentalmente. Aunque con las últimas modificaciones realizadas en las vacunas puede decirse que no aparecen encefalitis por esta causa.
Aún es más rara su presentación tras un trasplante de órganos, pero hay casos descritos en la literatura médica.
La Encefalomielitis postinfecciosa se debe principalmente a infecciones víricas. Sobre todo al virus del sarampión, aunque la frecuencia ha disminuido en relación con el aumento de las vacunas.
Síntomas
La enfermedad tiene un comienzo brusco y puede ser leve y de corta duración, de gravedad moderada, o grave y de larga duración.
En el transcurso de una enfermedad vírica, la fiebre puede haber cedido ya, pero reaparece junto cefalea intensa, signos meníngeos y somnolencia que va progresando hasta el coma.
Son habituales la presencia de convulsiones y síntomas neurológicos como hemiparexia o cuadriplejia y alteraciones de pares craneales.
En la primera fase de la enfermedad pueden estar anulados los reflejos tendinosos para aparecer luego muy aumentados.
En ocasiones hay afectación cerebelosa y del tronco encefálico y con menos frecuencia de la médula espinal.
El pronóstico depende de la gravedad de la enfermedad aguda. La mortalidad es de un 5% y es alto el porcentaje de recuperaciones totales. El tiempo medio de evolución es de 4- 6 meses. No suelen quedar secuelas psíquicas ni intelectuales.
La Encefalomielitis producida por el virus del sarampión tiene una mortalidad de entre el 10 y el 20%. La mayoría de los supervivientes van a sufrir secuelas neurológicas permanentes.
Diagnóstico
Cuando existen antecedentes de vacunación o de enfermedad vírica, es fácil establecer el diagnóstico correcto cuando aparecen los primeros síntomas descritos de Encefalomieletis.
En ocasiones puede ser difícil establecer el origen de Encefalomielitis por el herpes simple cuando antes no han existido otras manifestaciones.
En ausencia de antecedentes puede ser imposible distinguir una Encefalomielitis diseminada de una encefalitis aguda, hasta tener los resultados del virus específico que la causa.
Tratamiento
El paciente precisa estar ingresado en una unidad de cuidados intensivos para mantener constantes vitales, nutrición hidratación etc.
Generalmente el tratamiento farmacológico es a base de corticoides suministrados por vía intravenosa.
El Tema: Encefalomielitis Aguda Diseminada, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Neurología y Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es