Embolia Cerebral
Se trata una enfermedad vascular, en este caso producida por la obstrucción de un vaso de pequeño o mediano calibre del cerebro, ocasionado generalmente por un coágulo sanguíneo. Este evento provoca que una zona quede sin irrigación y se produzca lo que se conoce como ictus o accidente cerebrovascular.
La Embolia Cerebral es la causa más frecuente de ictus isquémico.
Causas de Embolia Cerebral.
La causa más común es a partir de una enfermedad del corazón conocida como fibrilación auricular, pero hay otras muchas, tales como:
Formación de ateromas en la arteria carótida que van a soltar pequeños émbolos hacia el cerebro.
Trombosis de la vena pulmonar, Embolias grasas y embolias tumorales.
Complicaciones posibles tras cirugía de cuello y tórax.
Estenosis mitral y calcificación del anillo de dicha válvula mitral.
Aneurisma de ventrículo izquierdo, Endocarditis bacteriana aguda o subaguda, Comunicación interventricular.
Aumento de la coagulabilidad sanguínea.
Posterior a infarto de miocardio izquierdo, o en caso del tumor auricular conocido con el nombre de mixoma.
La llamada Embolia Cerebral de origen desconocido, se aplica a los casos de ictus en los que, tras un estudio adecuado, no se encuentra la causa, lo que supone alrededor del 35% de los casos.
Síntomas
El tamaño del émbolo y el lugar del cerebro donde se deposite, determinan la gravedad y localización del cuadro clínico.
Los síntomas en la Embolia Cerebral van a aparecer de forma brusca y con intensidad máxima.
Si los síntomas neurológicos se corresponden con el territorio de distribución de un vaso importante, es indicativo de que se trata de una Embolia.
Aunque suelen aparecer todos los síntomas de manera brusca en la mayoría de los casos, también los hay en que unos síntomas leves evolucionan aun cuadro más grave.
Los síntomas llamativos de inicio pueden ser permanentes o evolucionar poco a poco a una mejoría manifiesta.
Como ya se apuntó, dependiendo de localización y tamaño del vaso afectado puede haber, afonía, disartria, parálisis facial, disfunción visual, afasia, hemiparexia o hemiplejia, inestabilidad de la marcha, convulsiones etc.
Diagnóstico
El diagnóstico definitivo lo proporciona la Resonancia Magnética.
El TAC craneal, en una primera etapa puede ser negativo, lo que no descarta la existencia de una lesión cerebral.
Otros métodos diagnósticos a utilizar cuando se consideren necesarios, son eco- doppler cerebral y angiografía.
El electrocardiograma puede ayudar al diagnóstico cuando se le detecta al paciente una fibrilación auricular.
Tratamiento de la Embolia Cerebral
El objetivo es iniciar el tratamiento lo antes posible.
Se puede realizar fibrinolisis endovenosa con un fármaco que disuelve los coágulos, durante las tres primeras horas desde que ocurrió el evento.
O trombolisis intraarterial con un catéter que se inserta en la ingle y se dirige hasta la zona dañada, donde se introduce el fármaco anticoagulante. Este tratamiento también el máximo de tiempo para realizarlo es de 6 horas tras el embolismo.
Endarterectomia o destrucción del coágulo mediante un catéter, cuando la obstrucción tiee lugar en una artera carótida.
Se ha de mantener la perfusión cerebral mediante una buena hidratación, no permitiendo que baje la tensión arterial.
Si se conoce la enfermedad que ha producido la Embolia Cerebral, se ha de poner tratamiento específico para ella.
En caso de que se hubiera producido edema cerebral a consecuencia del embolismo, hay que tratar aquel de forma específica.
En fases posteriores de la enfermedad se lleva a cabo anticoagulación o antiagregación plaquetaria, dependiendo de lo que esté indicado en cada paciente.
El tratamiento rehabilitador es fundamental en la fase siguiente, y será el adecuado para cada enfermo concreto según los síntomas y secuelas que presente.
El Tema: Embolia Cerebral. Causas, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Neurología y Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelfono.es