Salmonelosis. Salmonella

31 de julio de 2017
Salmonelosis. Salmonella
Escrito por: Dra. Romero Martín

 

Salmonelosis

Las bacterias Salmonellas van a dar lugar a las enfermedades infecciosas conocidas con el nombre de Salmonelosis no tifoideas.

La Salmonella Typhi que produce la fiebre tifoidea es un tipo de bacteria diferente a las Salmonellas de las vamos a tratar en esta publicación.

Las Salmonelosis  no tifoideas tienen mayor incidencia en niños pequeños y en personas mayores de 70 años. Aunque desde hace unos años aumentan las infecciones en población joven, posiblemente porque viajan más a zonas endémicas.

Los animales domésticos pueden infectarse y ser portadores de la enfermedad. De hecho una de las mayores fuentes de contagio son los huevos de gallina que se han contaminado con las heces de un animal enfermo.

El proceso de crianza, transporte, sacrificio y comercialización de animales o de sus productos (leche, huevos) o la forma de difusión de alimentos preparados, pueden contribuir a la expansión de las Salmonellas.

Síntomas

Gastroenteritis por Salmonella

El periodo incubación de este proceso suele ser corto; alrededor de unas 24-48 horas.

En el paciente aparece diarrea intensa que se puede acompañar de fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal y heces sanguinolentas si la infección alcanza al colon.

Los casos esporádicos pueden no llegar a ser diagnosticados si no se hacen cultivos de heces en cada paciente.

Son más fáciles de diagnosticar los brotes importantes de “intoxicación alimentaria” en grupos que en casos aislados, ya que en el primer caso, de forma habitual, se realiza estudio bacteriológico a cada uno de los individuos afectados.

Infecciones generales por Salmonella

La Salmonelosis diseminada por sangre puede invadir muchos otros órganos y tejidos.

Suele suceder tras una infección intestinal grave.

Puede llegar a producir endocarditis, colecistitis, abscesos en bazo, neumonía, infección de vías urinarias, artritis séptica, osteomielitis, meningitis o sepsis.

El diagnóstico se basa en el aislamiento de los microorganismos en heces, sangre u en otro tipo de excreciones orgánicas del paciente.

Tratamiento

Se deben seleccionar el antibiótico o antibióticos más adecuados para el tipo de cepa de Salmonella que produce la infección, mediante un antibiograma realizado tras el cultivo de heces, en cada paciente.

Se recomienda que para la gastroenteritis aislada, leve o moderada, se lleve a cabo únicamente tratamiento de los síntomas. La razón es que los antibióticos no acortan la duración de la enfermedad y en cambio pueden prolongar el estado de portador del sujeto.

En los casos de pacientes con enfermedades crónicas o en pacientes inmunodeprimidos se deben administrar antibióticos de manera sistemática para tratar de evitar complicaciones.

Prevención y Control de la Salmonelosis

Las Salmonelosis no tifoideas están muy extendidas y es difícil poder evaluarlas y prevenirlas de manera correcta.

Son útiles una serie de medidas preventivas tales como:

Hacer las mejoras necesarias en las condiciones de crianza de los animales.

Establecer vigilancia en la preparación de los alimentos que se contaminan con mayor frecuencia.

Realizar un control riguroso de las personas que manipulan alimentos en lugares públicos.

Se ha de evitar comer huevos crudos o parcialmente cocinados.

Control periódico de los manipuladores de alimentos.

Se debe realizar protección rigurosa del personal sanitario que trabaja con pacientes infectados.

La existencia de una buena Higiene ambiental es fundamental.

 

El Tema: Salmonelosis. Salmonella, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín. Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es

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