La Familia en la Asistencia Sanitaria
Las Familias son el contexto primario en el que suceden la mayoría de los problemas de salud y las enfermedades que afectan a los individuos.
La educación recibida en el seno de la familia influye directamente en las conductas relacionadas con la salud.
El uso de tabaco o alcohol, la dieta alimenticia, el ejercicio, etc, se desarrollan y mantienen dentro de la familia.
Las relaciones conyugales y familiares producen sobre la salud un impacto tan importante como los factores biológicos.
Son los miembros de la familia, y no los profesionales sanitarios, quienes dan la mayor parte de la asistencia en el seno del hogar, a los enfermos, a los niños, a los ancianos y a los discapacitados.
El médico da consejos, prescribe medicamentos e indica pautas de comportamiento con los enfermos. Pero es el mismo paciente o su familia quienes han de cumplir o ayudar a cumplir las normas para prevenir la enfermedad, recuperar la salud o mejorar de las enfermedades crónicas.
Y cuando hablamos de familia lo hacemos en referencia a todo grupo de individuos relacionados: biológica, emocional o legalmente.
Esto incluye a todas las formas de familia que podemos encontrar.
El ambiente familiar influye en la salud y bienestar físico y psicológico de sus miembros, en sentido positivo o negativo.
La familia es fuente de numerosas creencias y conductas relacionadas con la salud. Y éstas pueden resultar perjudiciales o beneficiosas para quienes las siguen.
La familia puede ser fuente de estrés y/o de apoyo social y bienestar.
Así mismo, hay síntomas físicos que pueden tener una función adaptativa dentro de la familia.
Investigación sobre Familia y salud.
Muchos estudios sociológicos y epidemiológicos demuestran que el apoyo social y en particular el de la familia fomentan la salud.
En cuanto a las personas enfermas es fundamental apoyarlos emocionalmente, además de la ayuda física, bien para ayudarles a recuperar la salud o para que tengan mayor calidad de vida.
Este apoyo se expresa dentro del grupo familiar con actitudes que van desde acompañar al enfermo a las consultas, administrarle medicación o animarle para que cumpla el tratamiento, mostrar empatía hacia él y demostrar afecto.
La relación de pareja es la que más influye en la salud.
Una mala relación de pareja influye de forma negativa, sus componentes enferman con mayor frecuencia y es más elevada la mortalidad.
Los últimos estudios en Sociología indican que los varones casados tienen mejor salud que los viudos, solteros o divorciados.
En cambio no sucede igual con las mujeres casadas. Éstas tienen peor salud que las solteras y viudas.
Las relaciones familiares conflictivas influyen claramente de manera negativa en la salud de los miembros que componen el grupo.
Se ha de tener en cuenta que las malas relaciones familiares son causa de depresión. Y en enfermedades como la esquizofrenia provoca más recaídas.
Así mismo un mal ambiente familiar influye también de forma negativa en el control de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión). Parece que disminuye el sistema inmunitario de sus miembros provocando que enfermen más, en general.
La Familia acompaña al paciente a la consulta aproximadamente en un tercio de los casos.
Esta compañía permite al médico conocer otro punto de vista sobre el enfermo y sus síntomas. Incluso a veces el familiar puede expresar preocupaciones del paciente sobre su salud, que éste no se atreve a contar.
Las parejas de ancianos con buena relación, suelen tener una gran interdependencia. Son los que generalmente se acompañan mutuamente y expresan lo que piensan sobre lo que notan en el otro.
Es necesario contar con otros miembros de la Familia cuando el problema de salud de uno influye de manera determinante en el resto. Y cuando éstos pueden constituir un recurso en el plan de tratamiento.
El médico no puede tomar partido por nadie cuando en la Familia hay conflictos.
Simplemente ha de ser neutral y valorar la situación para sacar de ella el mayor beneficio posible para el enfermo. Y, a ser posible, hacer un plan de tratamiento acordado entre todos.
Previamente a la comunicación con la Familia del paciente, el médico ha de tener en cuenta qué es lo que éste desea compartir con aquella y lo que no desea compartir.
El médico sólo revelará la información que el paciente haya aprobado. Siempre mantiene el principio de confidencialidad.
Cuidar al Cuidador
El Envejecimiento de la población y los cambios en el Sistema Sanitario y la Asistencia Social, influye de manera cada vez más determinante en la asistencia a enfermos con enfermedades crónicas y/o con edad avanzada.
Por parte de los familiares de de un enfermo puede haber problemas de tiempo (los miembros de la Familia trabajan) o problemas de capacidad física o psíquica, que dificultan su cuidado.
Cada vez se ven más ancianos muy mayores cuidados por hijos que a su vez han entrado en la tercera edad. Con la consiguiente disminución de la capacidad y la fuerza física que se ésto conlleva Y que incluso éstos últimos están aquejados de enfermedades importantes que les impiden realizar la tarea de cuidadores por muy buen voluntad que expresen.
El desgaste de las personas que atienden a personas mayores y/o enfermos crónicos es tal, que hace tiempo se pusieron en marcha los programas de «cuidar al cuidador«. Van dirigidos a atender los problemas de salud física y mental que se detectan en estos últimos.
En nuestro país la Familia, y dentro de ella la mujer, continúa siendo soporte y apoyo de enfermos y discapacitados jóvenes. Así como, en un elevado porcentaje, del cuidado de ancianos. Con mayor o menor apoyo institucional, según casos y zonas.
Es por ello que el médico al afrontar las situaciones particulares de este tipo de enfermos, siempre ha de tener en cuenta a la Familia o a sus cuidadores.
El Tema: Familia en la Asistencia Sanitaria. Cuidar al Cuidador, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: ww.tumedicoaltelefono.es