Difteria
La Difteria es una infección causada por un grupo de bacilos conocidos con el nombre de Corinebacterias.
Se transmite por el contacto de una persona enferma con una persona sana.
El periodo de incubación de la enfermedad es de entre 2 y 6 días.
Se observan brotes a lo largo de todo el año, pero es más frecuente en épocas de frío.
En climas templados afecta con preferencia al sistema respiratorio.
Antes era una enfermedad con una alta mortalidad, pero desde que apareció la vacuna específica prácticamente ha desaparecido en los países desarrollados.
La padecen sobre todo los niños.
En zonas tropicales es mayor la incidencia de la Difteria cutánea que la da la respiratoria y la vascular.
Síntomas
La manifestación más frecuente es una infección del aparato respiratorio en forma de una amigdalofaringitis. Con menos frecuencia comienza con laringitis, rinitis o traqueobronquitis.
Lo común es que empiece como amigdalofaringitis y se propague hacia la nariz y hacia abajo (laringe, tráquea, bronquios).
Al explorar la garganta aparece al principio un eritema (enrojecimiento) y a continuación hay focos de exudado gris o blanco, que se extiende para formar una membrana que se hace cada vez más espesa y más gris. Si se intenta desprender esta membrana se produce una hemorragia.
Además hay fiebre elevada, dolor local, malestar general intenso y dificultad para tragar.
Existe una forma maligna “en cuello de toro” que aparece bruscamente con formación rápida de membranas, con invasión de amígdalas, ganglios cervicales y de tejidos de todo el cuello, y de la zona de la mandíbula.
La forma de sepsis en la Difteria se suele manifestar con dolor de garganta en los adultos y náuseas y vómitos en los niños, fiebre, tos, ronquera, rinorrea y disfagia aguda.
En casos graves los pacientes pueden tener apatía, palidez y taquicardia, que evolucionan a un colapso vascular.
La Difteria cutánea es una forma de dermatosis que aparece por orden de frecuencia en piernas, brazos, cabeza y tronco.
Se manifiesta como cualquier infección bacteriana de la piel. En las zonas tropicales aparecen úlceras membranosas en la piel.
Complicaciones
La más grave es la posible obstrucción de las vías respiratorias cuando la enfermedad afecta a la laringe.
También puede complicarse la Difteria con aparición de Neumonía, Miocarditis o Polineuritis.
Evolución
La mortalidad es máxima durante las primeras semanas de evolución en los pacientes con la forma de enfermedad llamada “cuello de toro”, o cuando la infección se complica con obstrucción respiratoria o miocarditis.
También la mortalidad es elevada en personas inmunodeprimidas, en niños pequeños y en personas mayores de 65 años.
Las formas más leves de la enfermedad evolucionan bien en unos pocos días.
Es clave para determinar la evolución el aplicar, cuanto antes, la antitoxina específica.
Diagnóstico
Se realiza mediante la historia clínica, la exploración y el cultivo específico de exudados y membranas.
Tratamiento
Se debe hospitalizar al paciente en una unidad de cuidados intensivos, y aislarlo para evitar contagios.
Es imprescindible mantenerlo con reposo en cama y una vigilancia intensiva de la función pulmonar y cardiaca.
Ante la sospecha de una Difteria administrar cuanto antes la toxina antidiftérica al paciente, sin esperar a la confirmación diagnóstica por parte del laboratorio.
Al tratamiento con la toxina se suelen añadir antibióticos.
Profilaxis
Se realiza profilaxis mediante una adecuada vacunación (triple vírica) desde la infancia.
El Tema: Difteria. Síntomas, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es