Tumores Maxilares
Como su nombre indica, son tumores localizados en los huesos maxilares.
Clasificación
Los tumores maxilares pueden ser:
– Benignos. Crecen de forma lenta. Están localizados, no invaden tejidos vecinos. La piel y mucosa que los cubre está sana. No duelen. A su vez estos tumores pueden ser:
Formadores de hueso. O sea, que dan calcificaciones como el osteoma, osteoma osteoide, osteoblastoma, fibroma osificante.
Formadores de cartílago, como el condroma.
Otros: El hemangioma o el tumor de células gigantes.
– Malignos.
Formadores de hueso como el osteosarcoma.
Formadores de cartílago como el condrosarcoma.
De médula hematopoyética, como el linfoma S de Ewing o el Mieloma.
– Lesiones pseudotumorales. Son de causa desconocida. Se dan más en personas jóvenes. La mucosa que las cubre está sana. Los más frecuentes son: Displasia fibrosa, granuloma central de células gigantes, quiste óseo traumático, quiste óseo aneurismático y querubismo.
Síntomas
Los tumores benignos y las lesiones pseudotumorales crecen más lentamente. Por lo demás, los síntomas son los explicados en la publicación anterior para los tumores mandibulares.
Torus palatino
Se trata de una malformación que crece en la línea media del paladar duro. Es una protuberancia redonda o alargada cubierta por mucosa sana, aunque en ocasiones se puede ulcerar por roce.
También existe un Torus mandibular.
Suelen ser alteraciones hereditarias y generalmente no necesitan tratamiento.
Exostosis
Es una malformación ósea de origen desconocido. Suelen aparecer en las raíces de las piezas dentales.
Los tumores benignos son más frecuentes en personas jóvenes. Los malignos en general aparecen en la edad adulta.
Otras alteraciones de los Maxilares
Pueden ser:
– Quistes.
Son cavidades recubiertas de epitelio que contienen material líquido o semilíquido en su interior. Son de carácter benigno, aunque en un porcentaje mínimo pueden malignizarse. La localización más frecuente es en la mandíbula y el maxilar superior.
– Traumatismos.
Tanto por accidentes de tráfico como deportivos y laborales o por algunas agresiones.
Junto con los quistes, son las alteraciones más frecuentes de los maxilares.
– Procesos inflamatorios óseos.
Suelen ser el resultado de infecciones cuyo origen son las caries dentales y las heridas profundas.
Merecen especial mención la alveolitis seca, que es una osteítis que se produce tras una extracción dental.
Las infecciones en general pueden producir primero osteítis y posteriormente osteomielitis.
– Alteraciones metabólicas.
Por patologías como hiperparatiroidismo, osteoporosis o la enfermedad de Paget.
– Alteraciones congénitas en el desarrollo de los maxilares.
Como son la retrognatia o mentón retraído, prognatismo o mentón muy pronunciado, y la hipoplasia o hipertrofia mandibular.
El Tema: Tumores Maxilares, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es