Hipófisis
Hipofisitis
Enfermedades de la Hipófisis ( continuación)
5) Enfermedades inflamatorias de la Hipófisis o Hipofisitis
La Hipófisis puede sufrir procesos inflamatorios autoinmunes o inflamación por procesos infecciosos producidos por todo tipo de agentes. Las infecciones de la Hipófisis han aumentado ligeramente en las últimas décadas a consecuencia del SIDA.
Entre estas enfermedades inflamatorias, se distinguen las siguientes:
– Formas primarias de Hipofisitis:
Linfocítica (autoinmune). Granulomatosa. Xantomatosa.
– Formas secundarias de Hipofisitis:
Debidas a: Sarcoidosis. Síndrome de Rosai-Dorfman.
Granulomatosis de Wegener.
Histiocitosis. Sífilis, Tuberculosis.
Sida, bacterias en general, virus, hongos, etc.
Hipofisitis linfocitaria autoinmune.
Se trata de una infección crónica de la glándula Hipófisis de la que no se conoce la causa.
Japón es el país que tiene mayor número de casos documentados en la literatura médica.
Es mucho más frecuente en mujeres (85%).
El 75% de ellas tiene menos de 35 años.
Generalmente la enfermedad se manifiesta durante los dos últimos meses de embarazo o en el postparto. Aunque han sido descritos algunos pocos casos en mujeres postmenopáusicas y en hombres.
Esta Hipofisitis suele asociarse con otras enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hasimoto, la enfermedad de Graves y el Lupus eritematoso sistémico, el Síndrome Poliglandular o el Síndrome de Sjogren, etc.
Suele encontrarse al realizar estudios analíticos, anticuerpos antihipofisarios en sangre.
Hipofisitis granulomatosa
Se trata de un tipo específico de infección granulomatosa de la glándula Hipófisis, que no está relacionada con tuberculosis, sífilis, o cualquier otra causa infecciosa.
También se conoce como granuloma de células gigantes.
Se suele asociar a granuloma no necrotizante en glándulas endocrinas como la tiroides y la suprarrenal.
Se debe hacer diagnóstico diferencial con la sarcoidosis.
Es una Hipofisitis rara que afecta por igual a hombres que a mujeres.
En el 5% de los casos ocurre con infiltración de linfocitos por lo que algunos autores pretenden incluirla como forma de Hipofisitis linfocitaria.
Tiene escasa o nula asociación con el embarazo y el postparto.
Con frecuencia este proceso se resuelve espontáneamente.
Una variante específica de la Hipofisitis granulomatosa es la Hipofisitis Xantomatosa. Es muy rara. Se caracteriza porque aparece una destrucción importante de la glándula hipofisaria, por necrosis, con formación posterior de pseudoquistes.
Se ha de tener en cuenta que cualquier proceso infeccioso producido por hongos, micobacterias, bacterias o sífilis pueden cursar con la aparición de granulomas en la glándula Hipófisis. En estos casos son siempre necrotizante con evidente destrucción de parte de la glándula y las consiguientes posibles deficiencias hormonales.
También se pueden encontrar granulomas hipofisarios, en este caso no necrotizantes, en el curso de enfermedades como la Sarcoidosis.
Se pueden detectar Hipofisitis, secundarias a lesiones locales, como:
Ciertas enfermedades sistémicas (Lupus eritematoso sistémico, Tiroiditis de Hasimoto, Enfermedad de Graves, etc).
Tumores como Craneofaringiomas. Carcinomas. Germinomas. Adenomas.
Lo característico de la Hipofisitis en estos casos secundarios es que las lesiones son de predominio periférico, en lugar de difuso y extenso por toda la glándula, como ocurre con los procesos primarios.
La Hipofisitis aguda supurada es muy poco frecuente y generalmente está asociada a meningoencefalitis bacteriana o a tromboflebitis del seno cavernoso, u otitis media complicada o a sepsis sistémica grave.
Síntomas de Hipofisitis en general
Los síntomas de Hipofisitis se pueden agrupar en cuatro categorías:
– Compresión de la silla turca.
En este caso aparecen alteraciones visuales y cefaleas. Parece que no hay relación directa entre el tamaño de la hipófisis y la intensidad y duración de las cefaleas.
– Hipopituitarismo.
Mal funcionamiento general de la glándula hipófisis por la infiltración que esta sufre de linfocitos y células plasmáticas con la pérdida consiguiente de parte del tejido propio de la glándula y con la consecuencia de disminuir la producción de hormonas TSH, ACTH, gonadotropina y prolactina.
Esta deficiencia de hormonas hipofisarias da lugar a menos producción por parte de sus glándulas subsidiarias de sus propias hormonas y como resultado dará luigar a Hipotiroidismo, Hipogonadismo o insuficiencia adrenal, además de déficit de prolactina que se manifiesta con una baja o mala producción de leche en mujeres lactantes.
– Diabetes Insípida
Aparece si está dañada la neurohipófisis, aunque también puede ocurrir si existe un daño linfocítico puro en la adenohipófisis. En cada caso se inhibe la producción de ADH en la primera, y en la segunda el transporte anormal de dicha hormona.
– Hipoprolactinemia
Es la disminución en la producción de prolactina.
Puede ocurrir por compresión del tallo de la hipófisis con la consiguiente disminución de la producción de dopamina. La dopamina es la sustancia que estimula la secreción de prolactina.
Otra causa puede ser por la destrucción de los lactocitos, frecuentemente por inflamación, con la disminución del paso de la prolactina a la circulación general.
Diagnóstico
El diagnóstico de los problemas de hipófisis se debe hacer mediante historia clínica, exploración y determinación de hormonas.
Pruebas de imagen como TAC y resonancia magnética de cráneo y otras estructuras que se sospeche pueden tener dañadas.
La biopsia y el estudio anatomopatológico de la muestra va a dar el resultado definitivo.
No es frecuente pero puede llegar a ocurrir muerte súbita por Panhipopituitarismo secundario a insuficiencia hormonal.
Tratamiento
Va a ser específico de la causa que produce la alteración de la hipófisis y en los casos que exista una deficiencia hormonal se hace tratamiento sustitutivo de éste.
El Tema: Hipófisis. Hipofisitis, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna y Neurología, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es