Neurorehabilitación en pacientes que han sufrido un Ictus
El Ictus representa en España la segunda causa de muerte tras la Cardiopatía Isquémica.
La incidencia del Ictus en mayores de 18 años es de 174/100.000 habitantes y año, y aumenta con la edad.
Es una de las primeras causas de Invalidez.
Más del 70% de los Ictus afectan a personas mayores de 65 años.
La evolución de estos pacientes a los seis meses de padecer este evento cerebro-vascular es:
- El 26,1% del total, ha fallecido.
- El 32,4% es dependiente.
- El 41,5% son independientes.
Entre los supervivientes del Ictus:
- El 30% del total presenta dependencia moderada.
- El 50% presente dependencia grave.
- El 16% tiene dependencia absoluta.
La Neurorehabilitación es un conjunto de métodos dirigidos a recuperar todo lo posible, las funciones neurológicas perdidas o disminuidas por un daño cerebral o medular.
Antes de iniciar el tratamiento Neurorehabilitador, el especialista ha de llevar a cabo una valoración de cada paciente.
Los Déficits Neurológicos se suelen agrupar en seis categorías:
Déficits Motores, o pérdida o disminución de la fuerza muscular de más o menos intensidad.
Estos síntomas motores o pérdida de fuerza, o parálisis, son los más frecuentes.
Hay que valorar en cada paciente la fuerza muscular, como es la marcha, si existe o no una buena coordinación de movimientos, si conserva el equilibrio o que grado de afectación tiene, cómo están los reflejos osteotendinosos, etc.
Alteracio9nes Sensitivas.
Se ha de determinar la afectación de las áreas sensitivas. En qué medida está alterada la sensibilidad y que tipos de sensibilidad están alterados y cuales están conservados
Alteraciones Visuales.
Pérdidas de visión.
Alteraciones de la comunicación.
Como son la Comprensión, el Lenguaje, la Lectura y la Escritura del paciente.
Alteraciones Cognitivas.
Si existe o no alteración de la Memoria.
Cómo es la Atención que es capaz de prestar el paciente. Si es capaz de realizar o no cálculos simples o complejos Cálculo.
Cual es su grado de Orientación tanto en el tiempo como en el espacio. Si es capaz o no de Aprender o de retener la información que recibe.
Alteraciones Emocionales.
El problema más frecuente en un paciente que ha sufrido un Ictus es la depresión. Suele aparecer unos meses después del evento cerebro-vascular.
Evolución y Pronóstico de los Pacientes con Ictus Cerebral o accidente Cerebro-vascular
No se puede hacer un Pronóstico exacto de cuál va a ser la Evolución del paciente que ha sufrido un Ictus.
Lo que si se puede realizar es una estimación aproximada, basada en la experiencia clínica, en los estudios estadísticos existentes y en la forma de evolución habitual del tipo de Ictus.
Para realizar el pronóstico y estimar cual puede ser la evolución, es necesario tener también en cuenta una serie de factores tales como son los señalados en el párrafo anterior a los que se añade el tipo de Ictus que ha sufrido el paciente, porque es distinto si se trata de un Ictus Isquémico e de un Ictus Hemorrágico.
Los supervivientes del Ictus Hemorrágico tienen un pronóstico más favorable porque en este tipo de Ictus en general suele haber menos tejido cerebral dañado, por lo que la evolución va a ser mejor, aunque si es cierto que el inicio de la recuperación va a tardar más tiempo en iniciarse.
En cualquier tipo de Ictus en general el 95% de la recuperación del paciente se ha logrado hacia el tercer mes de evolución.
Posteriormente, entre el cuarto y el sexto mes, la recuperación es más leve y más lenta. y a partir del sexto mes apenas si va a experimentar mejoría alguna.
En general se puede decir que transcurridos tres meses tras la aparición del accidente cerebro-vascular, vemos las posibilidades reales de recuperación del paciente e intuir hasta donde puede llegar en adelante.
Una vez pasada la fase aguda del Ictus y cuando se ha conseguido una estabilización aceptable del paciente, se deben identificar la serie de factores clínicos que pueden influir en la recuperación en mayor grado o en menor grado y más rápido o más lento, de aquel.
De todos estos factores que se pueden obtener por la historia clínica del paciente una van a ser modificables y otros no modificables.
Un factor no modificable es por ejemplo la edad, sobre el que no se puede influir
Pero hay que estar atento a los factores modificables, porque, si se controlan, se consigue un mayor beneficio en el tratamiento Neuro-rehabilitador. Por ejemplo un factor modificable es la hipertensión. Si está bién controlada, el paciente va a evolucionar mejor.
El Tema: Ictus. Rehabilitación en pacientes con ICTUS, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Neurología y Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es