Hemorragia Subaracnoidea
La Hemorragia Subaracnoidea (HSA) se define como la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo y en las cisternas de la base del cerebro.
Se trata de una urgencia neurológica que conlleva una morbi-mortalidad elevada.
Representa el 5% del total de la patología vascular cerebral.
La prevalencia se calcula que es de alrededor de 10 casos nuevos cada 100.000 personas, cada año.
La mortalidad se estima que es sobre el 24%. En la última década ha mejorado (anteriormente la mortalidad era del 45-50%) debido a una mayor rapidez en el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con esta patología.
El 75-80% de los casos se debe a rotura de un aneurisma intracraneal que en la mayoría de los pacientes es único y en un 10-15% de los pacientes es múltiple.
Otras causas posibles de Hemorragia Subaracnoidea son los tumores cerebrales, las malformaciones arteriovenosas o los traumatismos craneoencefálicos.
En un 15% de los casos no se llega a encontrar la causa del sangrado.
La frecuencia de la Hemorragia Subaracnoidea disminuye con la edad.
En un 45% del total de los casos sucede entre 35 y 44 años. Entre los 45 y los 54 años ocurre el 13%. Entre los 65 y 74 años, el 4%.
Alrededor del 10-15% de los pacientes con Hemorragia Subaracnoidea no llega vivo al hospital.
Factores de Riesgo de Hemorragia Subaracnoidea
Existen una serie de factores de riesgo de este tipo de hemorragia. Unos son no modificables y otros son modificables:
Factores de Riesgo Modificables
Son aquellos sobre los que se puede actuar, tales como:
Hipertensión.
Índice de masa corporal bajo.
Tabaquismo. El riesgo de Hemorragia Subaracnoidea permanece aún después de haber abandonado el tabaco
Alcoholismo crónico. Consumo de otras drogas, como cocaína o anfetaminas.
Relación estacional. Parece que son más frecuentes estas patologías en primavera e invierno debido a los cambios bruscos de la presión atmosférica.
La bajada de estrógenos en las mujeres posmenopáusicas.
Factores No modificables
Sexo. La Hemorragia afecta 1,6 veces más al sexo femenino que al sexo masculino.
Edad. Como ya se apuntaba, es más frecuente entre 35 y 50 años. La frecuencia disminuye con la edad.
Genética. Un 10% son genéticos y se asocian a patologías como la enfermedad poliquística renal y el Síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV.
Coartación de aorta.
Causas de Hemorragia Subaracnoidea
Como ya se comentaba en una anterior publicación, la causa más frecuente de una Hemorragia Subaracniodea es la rotura espontánea de aneurismas intracraneales, pero existen otras causas, tales como:
Malformaciones congénitas arteriovenosas.
Hemorragia producidas por algún tumor intracraneal.
Aneurismas micóticos o formados por infección por hongos.
Extensión de un sangrado intraparenquimatoso.
Por abuso de drogas. La mas conocida es en el caso de abuso de cocaína.
En pacientes que tengan alteraciones de la coagulación.
Vasculitis del Sistema Nervioso Central.
Aneurismas y malformaciones arteriovenosas de la médula espinal.
Disección de arterias intracraneales.
Sin causa conocida. No se conoce la causa de alrededor de un 10% de las hemorragias subaracnoideas. En estos casos el paciente suele tener buen pronóstico y buena evolución.
Síntomas de la Hemorragia Subaracnoidea
Los síntomas aparecen de forma brusca en una persona que no presentaba alteraciones neurológicas previas.
Es frecuente comprobar que se inician tras una actividad física intensa.
Los síntomas que aparecen con más frecuencia son:
Cefalea, en un 74-80% de los pacientes.
Náuseas y vómitos, en un 70-80%.
Alteraciones de la conciencia, 60-70%.
Pérdida transitoria de conocimiento, 50%.
Rigidez de nuca, 40-50%.
El dolor de cabeza o cefalea es de inicio brusco y muy intenso.
Se acompaña casi siempre de náuseas y vómitos y a veces de fotofobia, que es una gran molestia producida por la luz.
Puede tener cualquier localización en el cráneo o ser generalizada.
En algunos casos la cefalea es leve.
También pueden presentar los pacientes:
Vértigo.
Parálisis de extremidades.
Diplopias o visión doble.
Defectos del campo visual.
Convulsiones.
Otra focalidad neurológica.
Pérdida de conocimiento.
Obnubilación o coma. Rigidez de nuca
Taquicardia.
Hipertensión sanguínea o Hipotensión.
Parálisis de pares craneales.
Parece que casi un 50% de los pacientes presentan algún síntoma días o semanas antes del sangrado mayor.
Estos síntomas pueden ser de dos tipos:
- Secundarios a una pequeña pérdida de sangre del aneurisma. Se presenta el paciente con cefalea brusca, a veces con náuseas y vómitos, lúcido, sin otros síntomas. El TAC es normal. Solo se diagnostica si se realiza una punción lumbar.
- Secundarios al crecimiento del aneurisma, que se comporta como un proceso expansivo intracraneal. La importancia del diagnóstico en estos casos es que se podría tratar a un paciente que aún no tiene ninguna afectación neurológica.
El Tema: Hemorragia Subaracnoidea, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra María Julia Romero Martín. Especialista en Neurología y Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelfono.es