Encefalomielitis Miálgica o Síndrome de Fatiga Crónica
Diagnóstico Diferencial de Síndrome de Fatiga Crónica.
Hay enfermedades que presentan muchos síntomas que son similares a los de la Encefalomielitis Miálgica y esas enfermedades hay que diferenciarlas de este Síndrome.
Las que se pueden confundir con mayor facilidad son las que se describen a continuación:
Hipo e hipertiroidismo. Tanto la falta como el exceso de hormona tiroidea pueden dar cansancio excesivo.
Cánceres en fases avanzadas también suelen presentar fatiga intensa
La Enfermedad de Addison.
Las Tiroiditis autoinmune.
El Síndrome de Cushing.
Algunas anemias. En casi todas las anemias el síntoma común es el cansancio de quienes la padecen
La diabetes mal controlada.
Abuso de alcohol y de otras sustancias que a la larga van causando deterioro físico importante de quienes las consumen.
Trastornos del sueño como la Apnea del Sueño. Estos son pacientes que como no descansan bien, porque carecen de un sueño reparador, suelen quejarse de fatiga y somnolencia diurnas.
Algunas enfermedades psiquiátricas, como la depresión pueden manifestarse por cansancio físico inexplicable y que no mejora con el paso del tiempo.
Enfermedades infecciosas e inmunológicas como SIDA, hepatitis, tuberculosis, etc. Estas son enfermedades que a medida que van progresando pueden dar lugar a un gran deterioro del paciente que se queja de enorme fatiga
Polimialgia reumática. También sus síntomas característicos son dolor y cansancio muscular.
En algunas enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple, miastenia grave o Parkinson, cuando los síntomas neurológicos aún no están muy definidos, el paciente puede quejarse de falta de fuerza progresiva y molestias musculares.
La Artritis reumatoide o el Lupus eritematoso sistémico son enfermedades autoinmunes que a lo largo de su evolución pueden dar además de dolores musculares, fatiga intensa.
Enfermedades Similares al Síndrome de Fatiga Crónica o Encefalomielitis Miálgica
Hay enfermedades muy parecidas al Síndrome de Fatiga Crónica, en los síntomas y en la dificultad para diagnosticarlas. Las más parecidas son:
Fibromialgia Reumática.
Sensibilidad Química Múltiple.
Mononucleosis Crónica.
Se debe insistir en que existen muchas enfermedades con síntomas iguales o muy parecidos a las del Síndrome de Fatiga Crónica, por lo que para hacer el diagnóstico de este síndrome se ha de excluir la existencia de cualquier otra enfermedad conocida que justifique esos síntomas.
Evolución y Pronóstico del Síndrome de Fatiga Crónica
El Pronóstico a largo plazo de los pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica es variable y difícil de predecir.
Es frecuente el inicio brusco de la enfermedad (los pacientes recuerdan el día y casi la hora en que comenzaron a encontrarse mal).
También son frecuentes los inicios tras estrés intenso en la vida laboral, emocional o vital, como en caso de accidentes, en otros casos el inicio es lento e insidioso a lo largo de semanas.
La enfermedad suele ser crónica, recurrente y fluctuante. A los enfermos se les suele diagnosticar al comienzo, de depresión, ansiedad, astenia o estrés.
Se desconoce el porcentaje real de curaciones, pero se piensa que es entre un 5-10%.
El término recuperación o curación continúa siendo objeto de debate. Pues, aunque puedan volver a realizar vida normal, a temporadas vuelven a presentar algunos síntomas.
De los que se recuperan con el tiempo, algunos llegan a una remisión total de la enfermedad. Otros con los años vuelven a empeorar.
Los estudios sugieren que tienen más posibilidades de mejorar los pacientes más jóvenes y quienes se someten a una rehabilitación intensiva.
Lo más frecuente es que la enfermedad siga una evolución oscilante, con periodos de relativo bienestar y otros de aumento de la sintomatología.
Solo en un 25% de los casos la enfermedad avanza de forma continua con progresivo empeoramiento de los síntomas.
Normalmente estos pacientes visitan a numerosos especialistas y prueban todo tipo de «remedios» con escasos resultados.
Revisiones
El paciente con Síndrome de Fatiga Crónica debe hacer al menos dos revisiones al año. Una de ellas debe ser en otoño que es cuando aparecen más infecciones víricas.
Es importante realizar el seguimiento de estos enfermos para poder profundizar en el conocimiento de la enfermedad.
Al menos una vez al año se deben hacer estudios inmunológicos completos.
También existen escalas que aplicadas al paciente permiten valorar el impacto de la fatigabilidad.
Realizar una prueba de esfuerzo y repetirla a las 24 horas permite demostrar el grado de fatiga post-esfuerzo.
De momento las pruebas basadas en el consumo de oxígeno o en los valores del lactato no han demostrado utilidad clínica.
El Tema: Encefalomielitis Miálgica. Enfermedades Similares al Síndrome de Fatiga Crónica, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna y Neurología, para publicar en: www.tumedicoinforma.com