Queratitis o Queratosis Actínica
Se conoce con el nombre de Queratitis o Queratosis Actínica a una lesión de la piel causada por la exposición al Sol, en concreto por la acción directa sobre la dermis de los rayos ultravioleta.
Potencialmente estas lesiones que constituyen la Queratitis Actínica pueden transformarse en carcinomas espinocelulares de la piel.
Parece que una de cada cuatro personas adultas podría presentar una Queratosis Actínica a lo largo de su vida.
Es cada vez más frecuente en todo el mundo, en adultos, sobre todo en aquellos con fototipos de piel claros y con antecedentes personales de exposición crónica al sol.
La Frecuencia de las lesiones de la Queratitis Actínica va aumentando en todo el mundo.
Se considera que padecen estas lesiones alrededor de un 11-25% de la población general a nivel mundial. Y hasta más de un 60% en personas de más de 40 años que viven en el hemisferio sur.
Parece que hasta alrededor de un 65% de las lesiones pueden desaparecer totalmente si quién las sufre pasa un cierto periodo de tiempo sin tomar el sol.
Las formas de presentación de las lesiones son variadas.
Para estas lesiones existen numerosas posibilidades de tratamiento.
Clínica de la Queratosis Actínica
Las lesiones más frecuentes suelen ser placas queratósicas, secas, duras, que aparecen en las zonas de la piel expuestas al sol, en personas adultas.
Raramente son únicas, lo más frecuente es que aparezcan varias lesiones distintas en la misma zona.
Además, en esa zona en la que aparecen, siempre hay lesiones microscópicas que aún no son visibles a simple vista y que se van a desarrollar con el tiempo.
Clasificación de la Queratitis Actínica
En 2007 se elaboró una clasificación que es la que se maneja en la actualidad. Está aceptada en todos los ámbitos clínicos.
Grado 1.
Aparece una mancha plana reseca, sobre zona de piel que se ve envejecida. Dicha mancha se suele notar al tacto antes que dejarse ver.
Grado 2.
La lesión consiste ya en una pápula queratósica o alteración abultada de la piel, de mayor o menor tamaño, ligeramente dura. Que se palpa y que se ve ya perfectamente.
Grado 3.
Aparece ya la placa que es la lesión típica, en alguna zona expuesta al sol. Como se apuntó anteriormente, no suelen ser lesiones únicas. Y si se observa la zona con microscopio se verán alrededor otras lesiones que aún no son visibles a simple vista.
Por la razón apuntada, cuando se detecta una lesión grado 2 o grado 3 se debe palpar toda la zona alrededor. Por si hubiera alguna lesión grado 1 que se escapa a la simple inspección de la piel.
Formas Clínicas de la Queratitis Actínica
Las más frecuentes son aquellas en las que se presentan lesiones múltiples.
Las lesiones pueden tener bordes difuminados o difusos. O incluso unirse unas con otras cuando hay más de una en el mismo territorio de la piel.
El color es muy variado. Puede ser de color rosado, gris, rojo o del mismo color de la piel del paciente.
Inicialmente las lesiones son planas y con el paso del tiempo se van transformando en duras y ásperas.
En ocasiones pueden sobreelevarse con superposición de unas capas sobre otras. Y adquirir aspecto verrugoso o incluso de cuerno cutáneo.
Lo normal es que no den síntoma alguno. Pero en ocasiones algunas pueden picar o producir escozor.
El Tema: Queratitis o Queratosis Actínica. Síntomas. Clasificación. Formas Clínicas, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín. Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoinforma.com