Sentido del Humor
Humoristas
Es distinto el Humorista aficionado, alguien que tiene gracia y habilidad para contar chistes y hacer reír a la gente, que los Humoristas profesionales. Éstos son tan buenos en lo de hacer reir que han podido hacer de ello una profesión. Sin embargo tienen una personalidad compleja y son sumamente inteligentes. Ambas cuestiones se han demostrado en pruebas específicas realizadas con algunos de ellos.
De manera llamativa, la mayoría suelen ser personas serias que no ríen demasiado. Y, en general, en la esfera privada, parece que son más introvertidas que el conjunto de la población.
Su trabajo es el de estar con el público (cuanto más mejor para ellos) en su vida profesional, pero en privado prefie
ren no relacionarse con demasiada gente.
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Un matrimonio visitaba una granja y en un pasto vieron un toro que montaba sin parar a una vaca tras otra.
-Fíjate en ese macho, que maravilla ¡qué vigor tiene!, puede con todo, dice la mujer.
-Sí, pero fíjate querida que es con distintas compañeras.
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Los Humoristas profesionales son generalmente personas muy emotivas. Y parece que con frecuencia padecen cuadros de ansiedad, sobre todo por el temor a la pérdida de su habilidad de poder hacer reir a la gente.
Naturalmente todo lo aquí dicho corresponde a resultados obtenidos en diversos estudios estadísticos. Y que no tiene porqué afectar a absolutamente todos los Humoristas profesionales.
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«Un peregrino que visita Jerusalén quiere ir a ver el Muro de las Lamentaciones. Como da vueltas y vueltas por la ciudad y no lo encuentra, al fin pregunta a un transeúnte:
Perdone, ¿Dónde se encuentra ese lugar en el que hay mucha gente y al que todos van a llorar y en el que se escriben deseos en trozos de papel?
¿Se refiere usted a la oficina de hacienda?- le responde- Pues está por ahí.»
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«El médico indica a una paciente mayor que es corta de oído y acude a la consulta por un cólico, que se eche en la camilla. A la vez pregunta a su médico residente por la enfermera.
¿Está Begoña?.
La paciente se levanta como un rayo de la camilla muy enfadada.
No, no estoy de coña, y me duele que no vea.
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Apreciación del Humor
La cantidad y duración de la risa expresa la medida en la que se aprecia del Humor.
-Estoy harto. Desde mañana no vuelvo al colegio por dos razones: los niños me ponen zancadillas y los profesores me tratan mal.
-Lo siento, pero mañana irás al colegio por otras dos razones: tienes 40 años y eres el Director.
Parece que las personas extrovertidas saben apreciar mejr el Humor que las personas que son introvertidos.
El Humor fortalece la cohesión de los grupos y da oportunidad al que lo aprecie, de introducirse en ellos.
Parece que la edad privilegiada para apreciar el Humor es la adolescencia y que las mujeres ríen con más frecuancia que los hombres.
Hay quien aprecia chistes cortos y observaciones graciosas de contenido agresivo o sexual, pero es incapaz de leer una revista de Humor, y hay quien sabe apreciar ambas cosas.
“Un anticuario encuentra un día en casa de un campesino un valiosísimo plato de la Edad Media, que solo le sirve para dar leche al gato. El anticuario propone comprar el gato para regalárselo a su hija. Lo paga y añade:
-Me llevaría ese plato viejo ya que parece que el gato está acostumbrado a comer en él.
-Ah, no –dice el campesino- deje ese plato ahí que me ha hecho vender doce gatos desde el mes pasado.”
Hay quien aprecia el Humor negro y no le gusta la sátira. En fin, hay gustos para todo y personalidades que se adaptan mejor a un tipo de Humor que a otro.
“Un jugador de golf lanza una pelota demasiado fuerte y no consigue encontrarla. Al cabo de un rato se le acerca un policía:
-Es usted el que ha perdido una pelota de golf?
-Si. –Dice el jugador.
-Pues su pelota le dio en el ojo a un camionero que se saltado un paso a nivel, ha hecho descarrilar un tren y uno de los vagones ha ido a estrellarse en un camping. Parece que su pelota ha causado varias decenas de muertos. ¿Qué va a hacer usted ahora?
-Creo que voy a tener que coger el palo de otra forma.