Tuberculosis
Progresión de la Enfermedad
La Primoinfección Tuberculosa pulmonar que no recibe tratamiento puede progresar a Enfermedad Tuberculosa.
Esta enfermedad puede ocurrir inmediatamente después de que el paciente ha sufrido la infección pulmonar (1-5% de los casos) o varios años después.
También se puede sufrir una Tuberculosis y varios años después tener una reactivación de la enfermedad (5-10% de los casos).
Estas reactivaciones son más frecuentes en general en personas inmunodeprimidas y en particular en pacientes con SIDA.
Tuberculosis Secundaria
Las Tuberculosis Secundarias son fundamentalmente Extrapulmonares y pueden aparecer a partir de una Tuberculosis Miliar (o TBC diseminada en los campos pulmonares), por la reactivación de un foco pulmonar antiguo o en ocasiones, en ausencia de de TBC pulmonar diagnosticada.
Las Localizaciones más frecuentes son las que se exponen a continuación:
– Tuberculosis Meníngea
Como su nombre indica se asienta preferentemente en las meninges de la base del encéfalo. Se forman microgranulomas que se van rompiendo y diseminando los bacilos por el líquido cefalorraquídeo.
Las formas de presentación de la enfermedad son subaguda o crónica.
Los síntomas más característicos son cefalea continua y sorda, rigidez de nuca y diferentes tipos de déficits o alteraciones neurológicas.
El bacilo puede encontrarse en el líquido cefalorraquídeo mediante un cultivo de éste.
– Tuberculosis Ganglionar
Va a aparecer sobre todo en las cadenas ganglionares del cuello y en las supraclaviculares.
Se inflaman los ganglios y en la evolución de la enfermedad pueden abrirse y drenar contenido purulento, lleno de bacilos y altamente contagioso.
Este tipo de TBC aparece sobre todo en jóvenes y en niños.
Los ganglios son muy duros, muy dolorosos y el paciente siempre tiene fiebre.
– Tuberculosis de Cerebro
Llamda también Encefalitis tuberculosa cuando se localiza en el cerebro, y en caso de que afecte a la médula espinal se llama mielitis tuberculosa.
Los síntomas van a depender de su localización.
– Tuberculosis Osteoarticular
El bacilo también puede infectar a huesos o a las articulaciones.
También puede haber una osteomielitis tuberculosa, aunque su frecuencia es muy baja.
La Tuberculosis de la columna cerebral se conoce como mal de Pot y era una complicación frecuente a principios del siglo XX.
– Tuberculosis Renal y Genito-urinaria
Da síntomas urinarios o genitales que se prolongan en el tiempo y no curan con tratamientos convencionales.
Puede llevar, si no se trata a tiempo, a insuficiencia renal y/o a esterilidad en hombres y mujeres según los órganos infectados y el grado de afectación.
– Tuberculosis Cardiovascular
Aunque el bacilo puede infectar corazón y vasos sanguíneos, la forma más frecuente es la Pericarditis tuberculosa, que puede llegar a producir un grave cuadro de compresión del corazón.
– Tuberculosis Oftálmica
También puede haber infección tuberculosa en el ojo, sobre todo en iris, cuerpos ciliares y coroides.
El Tema: Tuberculosis Secundaria, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelfono.es