El Sentido del Humor
Si bien es cierto que el Humor surge en muchas ocasiones de forma espontánea no lo es menos que en otras hay que realizar cierto esfuerzo mental para poder provocar la risa.
Nos hacemos reír unos a otros a veces sin proponérnoslo, y a propósito en la mayoría de las ocasiones. Sobre todo entre amigos.
Lo hacemos a propósito buscando aquello que sabemos puede resultar gracioso a nuestra audiencia.
Pero hay quienes tiene una gracia y una habilidad especial para provocar la risa. Y hay quienes, por más que lo pretendan, no resultan graciosos en absoluto.
Tenemos en el primer grupo, el ejemplo de un gran porcentaje de la población andaluza que tiene una especie de gracia innata. Hablan con gracia y en una conversación normal nos hacen reír varias veces o cuando menos sonreír. Son humoristas involuntarios. Simplemente hablan así, con esa chispa especial.
También están los humoristas aficionados que son esas personas que tienen un algo especial para contar chistes con una buena dosis de gracia. No nos hace la misma gracia un chiste contado por una persona que sabe hacerlo, que contado por otra que no sabe hacerlo.
Ese humorista aficionado, tan común, rara vez es conocido mas allá de sus círculos de familia, de amigos y del trabajo.
Así mismo, las personas que escuchan un chiste no lo «reciben» igual. En ocasiones por el Humor especial que tengan en ese momento. Y sobre todo porque hay personas que básicamente, aprecian más el Humor que otras.
«Las personas que no se ríen nunca, no son gente seria».
Parece que, en general, hay más humoristas entre el sexo masculino que entre el sexo femenino. Pero parece que las mujeres ríen con más facilidad.
Entre los aficionados al humor, los hombres lo crean más y mejor y las mujeres lo aprecian más y mejor.
Lo que está claro es que el Sentido del Humor (sin pasarse) ejerce efectos positivos sobre los demás.
Un médico prescribe a su paciente un jarabe para su tos.
-Toma una cucharadita de café después de desayuno, comida y cena – le explica.
-Oiga doctor – pregunta el paciente- ¿y el café también lo compro en la farmacia?
Humoristas Aficionados
El Sentido del Humor es mayor en aquellas personas que han visto reforzado ese comportamiento por sus padres desde la infancia.
Los humoristas aficionados ante todo quieren crear un ambiente agradable, pero también valoran mucho y de forma especial el lugar importante que el buen Humor que exhiben les proporciona dentro del grupo en el que se mueven.
Aunque la repetición de las burlas sobre personas también puede crear una situación negativa. Sobre todo cuando se establece una especie de guerra de sexos y las mujeres ataquen constantemente a los hombres mediante el Humor, o viceversa.
Los hombres suelen utilizar con más frecuencia un Humor agresivo. Y lo utilizan como mecanismo de defensa, más frecuentemente que las mujeres.
Los humoristas más valorados son aquellos que saben reírse de sí mismos. Quienes saben bien hacer bromas sobre sus limitaciones, sus cualidades y sus defectos.
Diversos estudios apoyan la teoría de que parece que los humoristas son un poco más inteligentes y creativos que las personas con escaso Sentido del Humor.
Acude al médico un paciente a quien se le está tratando de controlar el colesterol alto. En la nueva analítica el colesterol está mucho mas elevado.
–Pero qué ha estado comiendo esta temporada, hombre. (Pregunta el médico).
–Pues tocino, chorizo, huevos fritos, panceta, patatas fritas…. (El médico le mira horrorizado).
-No me mire así, doctor. He probado a ver qué pasaba, porque en mi casa siempre me decían que al enemigo se le combate con «sus mismas armas.»
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Los humoristas profesionales y los escritores humoristas parece que, en general, son introvertidos. Por el contrario, el humorista aficionado es extrovertido.
Ser capaz de hacer reír contribuye a la cohesión de un grupo. Sin embargo también hay humoristas obsesivos que no pueden parar de hacer bromas y es imposible tener una conversación seria con ellos de tal forma que pueden llegar a resultar patéticos.
«Dos borrachos se pierden en la nieve. Tras horas de caminar en círculo y ya al borde de la extenuación ven llegar un San Bernardo con el barrilete de bebida alcohólica al cuello.
-Mira, menos mal, ahí llega el mejor amigo del hombre- dice uno.
-¡Ahí va! y llega con un perro.»
La risa es Saludable.